El río



Ella camina descalza sobre el barro y la arena.
Jugar cuando llueve,
sentir el viento en las mejillas,
las brisas cercanas.
Estrenar ropa,
cruzar el río.
Esas son cosas que hace una niña.

Un día los cuerpos comenzaron a bajar del río.
Se volvió violento.
Hombres extraños aplastaron el barro y la arena.
La furia dejó las ropas a merced del viento.
La lluvia cedió al silencio. 

En las manos de una mujer, las flores murieron despacio.

Llegó el momento de limpiar las aguas,
honrar el nombre grabado en la piedra,
invitar al viento despejar las cenizas,
llamar a la niña para que recoja las flores perdidas

en la última primavera.


Poema Marcela Galván
Enero 2018
Pintura de Steve Hanks

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