El efecto poètico en el rock

Hay letras de rock que son poesía, lo descubrimos cuando buceamos en algunas canciones de autores como Luis Alberto Spinetta, Charly García y Soda Stereo. A diferencia de otros movimientos de rock, el argentino parece mezclarse con la poètica del tango. En el caso de Spinetta: la "voz de gorrión" de Muchacha (ojos de papel) es pariente de la "la voz de alondra" en Malena de H. Manzi, en "A estos hombres tristes" hay ecos de "María de Buenos Aires" (Piazzola-Ferrer). En èste compositor también hay una clara influencia del surrealismo, como sucede en su disco "Artaud" que incluye "Por", unas de las letras más originales de la historia del rock argentino: una serie de vocablos, todos sustantivos salvo el último: "árbol, hoja, salto, luz", hasta llegar a "por", unidos por asociación libre. Otras estrofas de sus canciones: "En la incansable noche tu voz, aullando me guía, yo solo estoy atado a tu frontera..."/"Y
aunque estès así tan radiante, rendida en la niebla, yo no respiro hasta ver tu despertar".

 Para la época en que Spinetta se nutrió del surrealismo, hacia su irrupción Charly García con "Sui Generis": "Cuando comenzamos a nacer, la mente empieza a comprender que vos sos vos y tenès vida. Que poca cosa es la realidad, tanto seguir, tanto soñar, y lo que vale no es el día". 
 En canciones de Soda Stereo, Gustavo Cerati, utilizó un lenguaje más elevado que lo usual dentro del rock, ya sea en temas eróticos: "Con mis dientes rasgaré tus medias", "duermes envuelta en redes". Luego, Cerati pronto pasó a cosas más profundas "carreteras sin sentido/religiones sin motivo/¿Cómo podemos sobrevivir?".

Todos estos compositores han trabajado con la sonoridad de las palabras en íntima alianza con la música.

Ampliamos nuestra geografía del rock, recordando a Jim Morrison quien quizás imitó a aquellos poetas, calificados de "malditos", como Baudelaire y Rimbaud que creaban sus obras tras haber ingerido sustancias alucinógenas y que, en cierto modo, les hacía expulsar esos miedos internos. Se sabe que en 1971, emigró a París para dedicarse a su verdadera vocación: la poesía.

La lista es extensa pero a modo de cierre transcribo un fragmento de una canción de David Bowie, otro
exponente de una prolífica producción poètica.
"Yo, yo puedo recordar, de pie, al lado del muro. Y las pistolas disparando sobre nuestras cabezas. Y nos besamos como si nada pudiese caer. Y la verguenza estaba en el otro lado. Oh podemos derrotarles, para siempre jamás. Entonces podríamos ser hèroes, sólo por un día". 

Foto y texto Por Marcela Galván

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